Por Pablo Tomino
De la Redacción de LA NACION
El gobierno porteño prevé mudar hoy a los travestis que ofrecen sexo en el Rosedal: estarán en uno de los laterales de la plazoleta Florencio Sánchez, dentro del parque Tres de Febrero, en la zona del Lago de Regatas, en lo que será la primera zona roja formal de la ciudad.
El ministro de Ambiente y Espacio Público porteño, Juan Pablo Piccardo aseguró que está todo listo para el traslado a un predio que contará con seguridad policial, baños químicos y cestos bacteriológicos cada 50 metros. Además, como anticipó LA NACION en la edición del viernes pasado, se les brindarán charlas semanales sobre educación sexual a cargo de especialistas en salud.
También desde hoy, el gobierno cerrará el tránsito vehicular en el Rosedal, de 17 a 6, merced a una resolución que ya fue firmada. Esto impedirá que los travestis continúen en ese sitio ejerciendo la prostitución: al no poder ingresar vehículos perderán la posibilidad de conseguir clientes, justifican los funcionarios.
"Nos mudaremos a ese sitio y esperemos que esté todo en orden, como acordamos con el gobierno. Todos estamos conformes con el nuevo lugar que nos ofrecieron", dijo a LA NACION Marcela Romero, presidenta de la Asociación Travestis Transexuales Transgénero Argentina (Attta), que agrupa a unos 150 travestis.
La nueva zona roja está próxima al Lawn Tennis Club, entidad deportiva que presentó un amparo para impedir que se asentaran allí los llamados trabajadores sexuales. El presidente de la mencionada institución, Gerardo Lo Prete, aseguró que ya habían presentado una demanda ante la Justicia para impedir el arribo de los travestis.
Ayer, algunos vecinos intentaban organizar una suerte de protesta por esta decisión que tomó el gobierno de Macri. Pero también es cierto que numerosos vecinos pretenden que los travestis abandonen de una vez por todas el Rosedal.
"Los vecinos, que sufren la falta de higiene urbana y la inseguridad, terminan subsidiando a 150 hombres que se prostituyen en un espacio verde", dijo ayer a LA NACION Javier María García Elorrio, ex director del Parque Tres de Febrero.
Los travestis trabajarán en la plazoleta Florencio Sánchez con un horario más acotado: desde las 22 hasta las 6, hora ésta en que una cuadrilla de limpieza contratada por la ciudad limpiará la zona y recogerá los residuos de los cestos bacteriológicos.
Ya se mejoraron y potenciaron las luminarias y se construyeron tres nuevos lomos de burro en la calle Agustín Méndez, que bordea uno de los laterales de la plaza. Las remodelaciones forman parte de las exigencias de los travestis para abandonar el Rosedal, donde hoy los visitan unas 3000 personas cada noche.