martes, 29 de diciembre de 2009

Dame Fuego

POR PRIMERA VEZ, DOS PERSONAS DEL MISMO SEXO CONTRAJERON MATRIMONIO EN LA ARGENTINA
Alex y José María, marido y marido

La pareja de hombres que el 1º de diciembre no logró casarse en Buenos Aires, pese al fallo judicial que lo ordenaba, pudo hacerlo ayer en Tierra del Fuego. La gobernadora Fabiana Ríos firmó un decreto para autorizarlo. Cómo se gestó el inédito matrimonio.







Por Soledad Vallejos

Apenas pasadas las cuatro y media de la tarde de ayer, Alex Freyre y José María Di Bello se convirtieron en esposos ante la ley. El primer matrimonio entre personas del mismo sexo reconocido legalmente por la Argentina fue, también, el primero de Latinoamérica, y el último celebrado este año en el Registro Civil de Ushuaia. Los cónyuges cerraron, así, un diciembre que había comenzado con una boda civil detenida a último momento por recursos judiciales impulsados desde el integrismo católico. La libreta a nombre de Freyre y Di Bello fue posible gracias a la decidida intervención de la gobernadora de Tierra del Fuego, Fabiana Ríos, quien autorizó el casamiento mediante un decreto, que reconoce el fallo de la jueza porteña Gabriela Seijas e invoca la Constitución Nacional.

La ceremonia, cuya sola posibilidad de realización se mantuvo en secreto hasta que su comienzo fue inminente, tomó por sorpresa a los propios contrayentes. “Nos enteramos de que podíamos casarnos sólo tres horas antes” del turno en el Registro Civil, contó a Página/12 Freyre, mientras él y su flamante marido eran las estrellas indiscutibles de los canales de noticias, las radios y los sitios de Internet argentinos y extranjeros. Los novios mantuvieron tan en secreto la posible boda que ni sus propios familiares estaban al tanto de lo que podría suceder. Sí, en cambio, estaban sobre aviso, y conjurados para evitar boicots de último momento, quienes oficiaron de testigos: el titular del Inadi, Claudio Morgado; la representante provincial del organismo, Emilce Conejero; la presidenta de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (Falgbt), María Rachid, y el secretario de Comunicación fueguino, Leonardo Gorbacz. También fueron de la partida el vicepresidente de Inadi, Pedro Mouratian, y la abogada del Inadi y la Falgbt Carolina von Opiela. “La homofobia ha sido tan despiadada y tan humillante con nosotros que no queríamos pasar por eso otra vez, preferíamos resguardar nuestro derecho. Ahora llegaremos a Buenos Aires y celebraremos en familia”, explicó Freyre a este diario, al tiempo que confirmaba que hoy, a las 11, él y su esposo darán una conferencia de prensa en el hotel (heterofriendly) Axel. “Queremos contar, educar, informar y también alentar a todas las parejas de gays y lesbianas. Queremos que vean que es posible, que nuestros derechos valen, que no somos ciudadanos de segunda. Que no se dejen convencer de que es amoral o inmoral esto, porque es todo lo contrario.”
En vísperas

Hace poco más de una semana, “José María me preguntó si todavía quería casarme con él, y le dije que claro que sí”, recordó Freyre en conversación telefónica desde la ciudad más austral del mundo. Es que en ese momento, para Freyre y Di Bello casarse era todavía más una expresión de deseos que una posibilidad cercanísima. La planificación de una serie de actividades sobre prevención de VIH que el Inadi realizará en los próximos meses había llevado a la pareja, que milita activamente en foros del organismo, hasta Ushuaia. Una vez planteada la idea, explicó Di Bello, se tramitó el cambio de domicilio, requisito indispensable para pedir turno en el Registro Civil. “Cuando pedimos fecha para casarnos, el Registro nos la denegó por escrito. Por eso nuestra solución fue iniciar un recurso extraordinario, en el que pedimos a la provincia que se cumpla con nuestro derecho”, explicó Freyre durante sus primeras e híper mediáticas horas como cónyuge legal de quien fuera su novio durante años.

El 22 de diciembre fue la fecha clave, puntualizó Carolina von Opiela, la abogada de la Federación y el Inadi que viajó hasta Ushuaia llevando textos legales y algunas estrategias en la manga. Ese día, el martes pasado, al recibir la negativa oficial comenzó a correr la cuenta regresiva. Mientras Freyre y Di Bello permanecían, con el perfil más bajo posible, en la fría Ushuaia, donde pasaron Nochebuena y Navidad, se pensó echar mano de recursos administrativos. “Cuando alguien no está de acuerdo con una respuesta que le da un organismo, uno puede ir a su superior jerárquico para reclamar –dijo la abogada von Opiela–. Acá recurrimos a la decisión del Registro Civil de Tierra del Fuego, que tiene como superior directo al Poder Ejecutivo. Presentamos un recurso jerárquico, que así se llaman, para que la gobernadora resolviera si los chicos se podían casar o no. En la presentación, planteamos la sentencia de Seijas, que está firme y consentida por el gobierno porteño, y también le presentamos el amicus curiae del Inadi. Además, el Inadi presentó una nota en la que ponía en conocimiento de lo sucedido a la gobernadora y le sugería que les diera el permiso. Y la gobernadora, luego de que los abogados de la gobernación emitieran un dictamen favorable, decidió a favor del casamiento. Firmó el decreto.” El ajuste final de las piezas, especialmente en lo referido a las actuaciones administrativas que incluían la firma de la gobernadora Ríos, sucedió, vertiginosamente, a lo largo del día de ayer.
Famosos y recién casados

“Por nuestro trabajo, conocemos las diferentes provincias y sabíamos de la voluntad política de Fabiana Ríos de apoyar la igualdad legal para todas las personas, y en particular su posición en cuanto al matrimonio”, recordó Freyre al explicar por qué, de todas los distritos del país, veían más posible el apoyo de Tierra del Fuego. En las jornadas prematrimoniales, los recién casados habían sido reconocidos por la calle; ayer mismo no paraban de recibir saludos, y hasta pedidos de autógrafos. “La provincia ha sido muy cálida con nosotros”, contó Freyre. ¿Habrá festejo? “Danos unos días para hacer una fiesta como se merece el amor.”

Pagina12

sábado, 12 de diciembre de 2009

Un León Cosechando Amigos entre Genocidas


TERCERA PERPETUA ABRAZADO A POSSE

Por Laura Vales

El mismo día que empezó el histórico juicio a los represores de la ESMA, encabezados por Astiz y el Tigre Acosta, el jefe de La Perla, Luciano Benjamín Menéndez, recibió su tercera condena a prisión perpetua, con cárcel efectiva. En su alegato final, citó en su defensa al flamante ministro de Educación porteño, Abel Posse.

Poco antes de escuchar la sentencia que lo condenó –por tercera vez– a prisión perpetua, Luciano Benjamín Menéndez volvió a defender los crímenes de la dictadura. Para argumentar su defensa citó al nuevo ministro de Educación porteño, Abel Posse. “Bien lo dijo Abel Posse: ningún país repudió a su ejército por lo que le exigieron sus gobiernos”, sostuvo, parafraseando una columna que Posse publicó esta semana en el diario La Nación, en vísperas de asumir en el gabinete de Mauricio Macri. Al dictar el veredicto contra Menéndez, los integrantes del Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº1 de Córdoba ordenaron que cumpla su condena en una cárcel común.

jueves, 3 de diciembre de 2009

Otra Cita con la Historia del Rock

03.12.2009 | 02:23

AC/DC en la Argentina: envueltos en llamas

Más de 60 mil personas presenciaron la segunda visita de la banda australiana en el Estadio River Plate.

Si esto es el infierno, entonces el infierno no es un mal lugar para estar. Entonces, más bien, el infierno es el mejor sitio de todos. Un lugar al que decenas de miles de argentinos, pecadores que ya no creen en la salvación, pertenecen; el lugar en el que quieren estar, su lugar. Geográficamente, el lugar en estos días coincide con el Estadio River Plate; pero ese infierno es intangible, ese infierno es un estado mental: es resultado del efecto hipnótico de una de las mejores bandas que el mundo cedió al rock and roll. Es el efecto AC/DC. Para los que ya fueron poseídos en 1996, la segunda visita a nuestro país es la forma de renovar aquel contrato satánico; para los que no, es la oportunidad -quizás única- de sentir la experiencia herética en carne propia y, paradójicamente, sentir que este es el camino correcto, la posta, lo que se debe hacer. Sin exagerar (o quizá sí, un poco): plantar un árbol, tener un hijo, escribir algo y ver a AC/DC en vivo.

La experiencia trasciende las características del show. Necesita del show, del espectáculo, pero lo supera, lo eleva. Porque, más o menos, todos sabían lo que iba a ocurrir y en qué momento; pasaron más de 35 años y los movimientos de los miembros de la banda sobre el escenario son casi los mismos pero ahora más cargados de significado. El comienzo con la gigantesca locomotora respaldando "Rock ´N Roll Train" (y el reminder de que la excusa de su visita era el Black Ice Tour, DVD incluido), la musculosa y la boina eternas de Brian Johnson, la confirmación de que Angus Young es un oxímoron en sí mismo -más allá de su traje escolar, cómo puede ser tan pequeñito y a un tiempo tan poderoso-, los hitazos de Back in Black, la campana previa a "Hells Bells" (la dupla ganadora, junto a "Shoot to Thrill"), la enorme muñeca inflable para "Whole Lotta Rosie", los 60 mil presentes entonando "Oh, eisidisi es un sentimiento.", el increíble, abrasivo solo de Angus al final de "Let There Be Rock" elevándose sobre una plataforma, la inigualable y blusera "The Jack", con el clásico striptease del violero. La enumeración podría ser eterna. Todos los elementos que componen a este infierno merecen ser destacados, cualquier tipo de selección sería insuficiente; por eso, de nuevo: hay que vivirlo.

Pasaron casi treinta años de la muerte de Bon Scott, casi treinta de Back in Black, sin embargo los hermanos Young no envejecen. Malcolm, un poco más low profile, siendo testigo de ese extraño fenómeno que es Angus: el tipito que es capaz de volar las pelucas de un estadio entero riffeando con una sola mano ("The devil in his fingers and blues in his soul"), el tipito que empieza el show vestido de prolijo colegial y termina sudado, despeinado y medio en pelotas corriendo endemoniado a través de todo el escenario con sus registrados pasos de pato. Y Johnson, por supuesto, como la impecable voz de todo este montaje: "No hablamos español, pero sí hablamos rock and roll". Oh, sí, después de dos horas -el final, con "Highway to Hell" y "For Those About to Rock (We Salute You)"- quedó claro. Y esa, es precisamente la lengua que queremos hablar, aunque el precio sea arder eternamente.

rollingstones