Alex y José María, marido y marido
La pareja de hombres que el 1º de diciembre no logró casarse en Buenos Aires, pese al fallo judicial que lo ordenaba, pudo hacerlo ayer en Tierra del Fuego. La gobernadora Fabiana Ríos firmó un decreto para autorizarlo. Cómo se gestó el inédito matrimonio.
Por Soledad Vallejos
Apenas pasadas las cuatro y media de la tarde de ayer, Alex Freyre y José María Di Bello se convirtieron en esposos ante la ley. El primer matrimonio entre personas del mismo sexo reconocido legalmente por la Argentina fue, también, el primero de Latinoamérica, y el último celebrado este año en el Registro Civil de Ushuaia. Los cónyuges cerraron, así, un diciembre que había comenzado con una boda civil detenida a último momento por recursos judiciales impulsados desde el integrismo católico. La libreta a nombre de Freyre y Di Bello fue posible gracias a la decidida intervención de la gobernadora de Tierra del Fuego, Fabiana Ríos, quien autorizó el casamiento mediante un decreto, que reconoce el fallo de la jueza porteña Gabriela Seijas e invoca la Constitución Nacional.
La ceremonia, cuya sola posibilidad de realización se mantuvo en secreto hasta que su comienzo fue inminente, tomó por sorpresa a los propios contrayentes. “Nos enteramos de que podíamos casarnos sólo tres horas antes” del turno en el Registro Civil, contó a Página/12 Freyre, mientras él y su flamante marido eran las estrellas indiscutibles de los canales de noticias, las radios y los sitios de Internet argentinos y extranjeros. Los novios mantuvieron tan en secreto la posible boda que ni sus propios familiares estaban al tanto de lo que podría suceder. Sí, en cambio, estaban sobre aviso, y conjurados para evitar boicots de último momento, quienes oficiaron de testigos: el titular del Inadi, Claudio Morgado; la representante provincial del organismo, Emilce Conejero; la presidenta de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (Falgbt), María Rachid, y el secretario de Comunicación fueguino, Leonardo Gorbacz. También fueron de la partida el vicepresidente de Inadi, Pedro Mouratian, y la abogada del Inadi y la Falgbt Carolina von Opiela. “La homofobia ha sido tan despiadada y tan humillante con nosotros que no queríamos pasar por eso otra vez, preferíamos resguardar nuestro derecho. Ahora llegaremos a Buenos Aires y celebraremos en familia”, explicó Freyre a este diario, al tiempo que confirmaba que hoy, a las 11, él y su esposo darán una conferencia de prensa en el hotel (heterofriendly) Axel. “Queremos contar, educar, informar y también alentar a todas las parejas de gays y lesbianas. Queremos que vean que es posible, que nuestros derechos valen, que no somos ciudadanos de segunda. Que no se dejen convencer de que es amoral o inmoral esto, porque es todo lo contrario.”
En vísperas
Hace poco más de una semana, “José María me preguntó si todavía quería casarme con él, y le dije que claro que sí”, recordó Freyre en conversación telefónica desde la ciudad más austral del mundo. Es que en ese momento, para Freyre y Di Bello casarse era todavía más una expresión de deseos que una posibilidad cercanísima. La planificación de una serie de actividades sobre prevención de VIH que el Inadi realizará en los próximos meses había llevado a la pareja, que milita activamente en foros del organismo, hasta Ushuaia. Una vez planteada la idea, explicó Di Bello, se tramitó el cambio de domicilio, requisito indispensable para pedir turno en el Registro Civil. “Cuando pedimos fecha para casarnos, el Registro nos la denegó por escrito. Por eso nuestra solución fue iniciar un recurso extraordinario, en el que pedimos a la provincia que se cumpla con nuestro derecho”, explicó Freyre durante sus primeras e híper mediáticas horas como cónyuge legal de quien fuera su novio durante años.
El 22 de diciembre fue la fecha clave, puntualizó Carolina von Opiela, la abogada de la Federación y el Inadi que viajó hasta Ushuaia llevando textos legales y algunas estrategias en la manga. Ese día, el martes pasado, al recibir la negativa oficial comenzó a correr la cuenta regresiva. Mientras Freyre y Di Bello permanecían, con el perfil más bajo posible, en la fría Ushuaia, donde pasaron Nochebuena y Navidad, se pensó echar mano de recursos administrativos. “Cuando alguien no está de acuerdo con una respuesta que le da un organismo, uno puede ir a su superior jerárquico para reclamar –dijo la abogada von Opiela–. Acá recurrimos a la decisión del Registro Civil de Tierra del Fuego, que tiene como superior directo al Poder Ejecutivo. Presentamos un recurso jerárquico, que así se llaman, para que la gobernadora resolviera si los chicos se podían casar o no. En la presentación, planteamos la sentencia de Seijas, que está firme y consentida por el gobierno porteño, y también le presentamos el amicus curiae del Inadi. Además, el Inadi presentó una nota en la que ponía en conocimiento de lo sucedido a la gobernadora y le sugería que les diera el permiso. Y la gobernadora, luego de que los abogados de la gobernación emitieran un dictamen favorable, decidió a favor del casamiento. Firmó el decreto.” El ajuste final de las piezas, especialmente en lo referido a las actuaciones administrativas que incluían la firma de la gobernadora Ríos, sucedió, vertiginosamente, a lo largo del día de ayer.
Famosos y recién casados
“Por nuestro trabajo, conocemos las diferentes provincias y sabíamos de la voluntad política de Fabiana Ríos de apoyar la igualdad legal para todas las personas, y en particular su posición en cuanto al matrimonio”, recordó Freyre al explicar por qué, de todas los distritos del país, veían más posible el apoyo de Tierra del Fuego. En las jornadas prematrimoniales, los recién casados habían sido reconocidos por la calle; ayer mismo no paraban de recibir saludos, y hasta pedidos de autógrafos. “La provincia ha sido muy cálida con nosotros”, contó Freyre. ¿Habrá festejo? “Danos unos días para hacer una fiesta como se merece el amor.”